Antes del 8 de
Noviembre de 1895, el diagnóstico médico se realizaba por el interrogatorio al
paciente, por la palpación y por la auscultación. Fue tal la magnitud del
descubrimiento que a los pocos meses del anuncio, ya se realizaban en el mundo
exámenes radiográficos con fines médicos, y se había inventado y popularizado
la fluoroscopía.
Luego, en las
siguientes décadas, fue impresionante el impulso con que se desarrolló esta
especialidad. Ya no solo era cuestión de poder ver los huesos en patología
traumática u osteoarticular, sino el poder ver, con la evolución de las
sustancias de contraste, otras estructuras internas como el tubo digestivo, el
sistema urinario, los vasos sanguíneos, etc.
Este notable evento
fue merecedor en 1901 del primer premio Nobel de Física, y resultó en un cambio
trascedental en el manejo de nuestros pacientes al aportar la piedra angular de
una nueva especialidad médica de desarrollo vertiginoso: la radiología, que
permitía estudiar al paciente por dentro, haciendo cada vez más preciso el
diagnóstico de las enfermedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario